Primero que todo, nos llevamos la sorpresa de que Pacarí, empresa ecuatoriana con certificación orgánica y de comercio justo, hace unos de los mejores chocolates del mundo: trataremos de conseguir alguna barra.
Llegamos con un mix de cervezas negras:
- Guayacán Stout
- Del Puerto Porter-Stout
- Del Puerto Robust Porter
- Leyenda Porter
- Capital Negra Ale
- Pacarí Los Ríos 72% cacao
- Pacarí con Sal de Cuzco
- Pacarí con Merkén chileno
- Pacarí Granos de café bañados en chocolate
Las anotaciones generales fueron estas:
- Comenzamos con la Cerveza del Puerto Porter, de aroma suave y leve a café, cuerpo liviano, amargor suave, y el Pacarí Los Ríos: combinación agradable, redondamente sencilla
- Leyenda Porter, de aroma herbal, cuerpo bajo, liviana, con sabores dulces, la acompañamos con el Pacarí Sal de Cuzco, y comenzaron de inmediato las sorpresas: los granos de sal (gruesos) resaltan los sabores claramente, en paralelo lo dulce con lo salado. Luego la probamos con el Pacarí Merkén y apareció una cremosidad final, con toque ahumado desde el merkén sin duda, y un final nuevo, más dulce
- Capital Negra Ale, de espuma compacta, cuerpo ligero, cremoso. La probamos con el Pacarí Merkén y se resalta de inmediato el amargor (lúpulo) en un efecto inesperado. Luego probamos los granos de café, y se produjo una limpeza en boca (posiblemente usemos los granos de café en las próximas sesiones de cervezas negras como insumo de neutralidad). Al probarla con el Pacarí 72%, la boca se hace más seca y resalta el amargor.
- Pasamos a la Guayacán Stout, como siempre elegante y buen sabor, que resalta aún más el toque salino del Pacarí Sal de Cuzco
- seguimos con Cerveza del Puerto Robust Porter, una cerveza de espuma compacta, color café, y aromas directos y dulces, casi licorosa (alguien dijo que era como un postre cremoso), y al asociarla al Pacarí 72%, no se notaron grandes efectos de cambio, resaltando sólo un poco la ácidez. Otra cosa fue con el Pacarí Sal de Cuzco: ahí esta cerveza se transformó en un verdadero postre. Y cuando comimos unos granos de café, pasó lo más radical: desapareció la cerveza, "se hizo agua".
Conclusión: una idea loca que resultó en un encuentro inolvidable, tanto así, que ya estamos organizando la próxima sesión.